En tiempos de incertidumbre, la Agencia de Servicios Financieros de Japón parece que da algo por seguro: que aumentarán las transacciones en criptomonedas.
La afirmación la realiza el propio comisionado de la entidad, Ryozo Himino. A su juicio, temas como la caída del dólar estadounidense y el aumento del oro y la plata terminarán impulsando mecanismos alternativos como respuesta a la volatilidad de la economía mundial. Es aquí donde entra el Bitcoin y otras criptomonedas en el mercado.
Su papel y el del país nipón no queda del todo claro tras la revisión de sus palabras en varias entrevistas (que también han pasado por matices de traducción, por lo que el sentido original pudiese haberse perdido por completo). Lo que sí queda claro es que tanto él como el país nipón miran con atención el mercado con la intención de aprovechar este aumento de transacciones.
Hasta ahora tanto Japón como el continente asiático si no lidera lleva un buen ritmo en el intercambio de criptomonedas por la venta y compra en un ámbito bastante legal.
Con esta pandemia que termina afectando no solo como un virus en las personas sino en sus bolsillos, ya varios entes y países están considerando una moneda digital. De hecho, Himino no se muestra en contra de esta idea planteada de forma unificada desde diversos puntos del planeta.
Eso sí, resalta que lo primero es prepararse para ese hipotético escenario creando políticas públicas que sanciones prácticas fraudulentas mediante la regulación del uso de criptomonedas.
Ya en el propio país está la experiencia del yen digital que lleva varios atardeceres en preparación. Un comité se encarga de monitorear las situaciones con la idea de darle fuerza a un activo que no pretende reemplazar lo existente sino representarla de forma digital.
Esto además promovería -en sus palabras- a un activo centralizado avalado por el estado y que generaría más confianza que los extranjeros.