El viernes pasado Bitcoin perdió su soporte de $40.000 y experimentó una estrepitosa caída que arrastró también a la mayoría de los activos digitales. Provocando la pérdida de más de 500 mil millones en la capitalización total de mercado.
Lógicamente, estos eventos desencadenaron una gran ola de opiniones y especulaciones acerca de la posible entrada del criptomercado en una fase bajista, así como sobre cuáles serían las posibles causas detrás del desplome.
Según es.cointelegraph y otros medios digitales, una de estas estaría vinculada con las medidas de la Fed. La cual planea incrementar las tasas de interés 3 veces este año, a fin de contrarrestar la creciente inflación en los Estados Unidos.
Al respecto, cabe señalar que muchos creen que la preocupación por la inflación y el aumento de contagios de Omicron son las razones por las que se ha producido una venta masiva en Wall Street y también en el mercado de criptomopnedas.
Otro punto importante que podría haber incidido en el precio de la primera criptomoneda tiene que ver con la propuesta del Banco Central de Rusia de lanzar una prohibición general sobre la minería y comercialización de criptomonedas.

La institución exigió la prohibición del uso de este tipo de activo argumentando que los mismos son comparables a un esquema piramidal, y que podrían representar un riesgo importante para la soberanía financiera de ese país.
Otro factor importante a mencionar es la fuerte correlación entre las criptomonedas y el mercado de valores. La cual ha sido impulsada por los ETF y el aumento de los inversores institucionales.
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Según bloomberglinea la correlación entre BTC y Nasdaq 100 actualmente es la más alta desde 2010, y algo similar ocurre con el S&P 500.
Pero aunque ambos mercados están en rojo ahora, esto podría ser positivo a futuro para los criptoactivos. Pues en opinión del presidente de Tardeni Research, Ed Yardeni, el sentimiento de la renta variable debería recuperarse en los próximos meses. Lo que eventualmente impulsaría las acciones y a las criptomonedas.